martes, 26 de enero de 2016

Diferenciando pinos

Comparativa de distintas piñas
 (De izquierda a derecha, Pino piñonero, carrasco y resinero)
Si bien no resulta difícil diferenciar un pino de otros árboles, puede ser más complicado diferenciar distintas especies de Pinus. Un buen elemento que puede ayudarnos en este problema es comparar sus piñas, que suelen ser un elemento característico.
Piñas de pino resinero (Pinus pinaster)

El pino piñonero (Pinus pinea) tiene piñas grandes, globosas, con escamas que albergan dos semillas grandes, los piñones.
Esta especie no es difícil de encontrar en Ronda. Los pinos de la Dehesa son de esta especie, como también lo son muchos otros desperdigados por el Polígono, en la estación de RENFE o diseminados por los jardines de la ciudad. tenemos un ejemplar relativamente joven a la entrada del Instituto.
Inconfundibles piñas de pino piñonero:
 globosas y se aprecian, en el interior de las brácteas, los huecos que albergaban a los piñones.

Pinos de la Dehesa
El pino carrasco (P. halepensis) y el resinero (P.pinaster) tienen piñas más parecidas, de forma más o menos cónica en sus primeras etapas (antes de abrirse).

Comparativa entre piñas de Pino resinero (ambos extremos) y Pino carrasco (en medio)

Sin embargo, si observamos con un poco de atención veremos que, en la mayoría de los casos, las piñas del resinero son de mayor tamaño, más alargadas y, sobre todo, resultan punzantes al tacto.
No tenemos árboles de esta especie plantados en el IES, pero resulta fácil encontrarlos en la sierra, en las "tierras rojas", por ejemplo en la zona de la Fuenfría o si vamos camino de San Pedro de Alcántara por la "carretera de la costa".
Tres piñas de Pino resinero

Detalle de piña de resinero. Se aprecian los extremos punzantes de las escamas.
Hay líquenes en las escamas (la piña llevaba ya un tiempo caída en el suelo del bosque).

Las piñas del pino carrasco, por contra, son de menor tamaño, la forma es cónica pero no tan alargada como en el caso anterior y, lo más llamativo, tienen escamas (bracteas) romas, de manera que resultan más suaves al tacto. Esta especie de pino es la más frecuente en nuestro IES.

Pino carrasco. Detalle de la base de la piña.
Se aprecia el aspecto romo del centro de las brácteas, que la hace más suave al tacto que las piñas de su primo el resinero.

Pino carrasco. Detalle de la parte inferior de la piña.
Ejemplar de pino carrasco en la zona 2, cerca de la cafetería.
Pino carrasco en zona 1, cerca del invernadero.
Se aprecian las pequeñas y numerosas piñas.

Como apunte curioso mencionar este otro pino, no representado en el IES y que tampoco es una especie ibérica autóctona. Se trata del Pino insigne o Pino de Monterrey (Pinus radiata) que podemos encontrar en algunos senderos en algunas zonas del Valle del Genal. Se ha plantado como especie forestal de rápido crecimiento para si aprovechamiento maderero. Su piña resulta inconfundible porque está deformada en la base, presentando en uno de los lados escamas de pequeño tamaño y en el otro escamas grandes y con tendencia a curvarse hacia atrás.

Pino de Monterrey, detalle de la base de las piñas, asimétrica.


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