viernes, 4 de mayo de 2018

Flores entomófilas y flores anemófilas

Las características diferenciadoras de flores anemófilas y entomófilas son fácilmente observables en este par de fotografías en donde aparecen representantes de cada uno de estos tipos. Por un lado están las llamativas "Viboreras" (Echium sp.), con corola de atractivo color azul, y los llantenes (Plantago sp.) con estambres largamente pedunculados y ausentes de pétalos llamativos.

En Echium los pétalos se han soldado formando un tubo por donde debe de pasar el insecto polinizador si quiere acceder al rico néctar que se almacena en la base del mismo. En este trayecto se impregna de polen de las anteras de los estambres o deposita ese polen que quedó adherido a su dorso en el pistilo de otra flor que visite más tarde.



En Plantago los estambres sobresalen mucho de la inflorescencia, de manera que cuando las anteras se abran, no exista ningun obstáculo para que la más leve brisa se los lleve hasta la zona receptiva de otra planta más o menos cercana. En este caso una corola entorpecería esa liberación de polen al aire por lo que lo mejor es, desde luego, desprenderse de ella.



Los pólenes anemófilos son, precisamente, los principales causantes de las típicas alergias primaverales. La planta que los produce los libera a la atmósfera en grandes cantidades y de allí podemos introducirlos en nuestro sistema respiratorio, donde provocarán la temida reacción alérgica.

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